Suramérica quedó “aturdida” por el silencio cómplice del papa Francisco sobre crisis en Venezuela
Una vez más, el papa Francisco volvió a decepcionar a Venezuela y al mundo con su escandaloso silencio en relación con los recientes hechos suscitados en el país gobernado por Nicolás Maduro.
A pesar de haber sobrevolado tierra criolla y de haber viajado a Chile y Perú, ignoró completamente el llamado de miles de venezolanos migrantes que acudieron a él para implorarle al menos una “oración”.
Venezolanos con bandera en mano rogaron al papa su atención: “que vea por Venezuela, que ruegue por los venezolanos”; sin embargo, este fue el grito ignorado.
Periodistas, defensores de los derechos humanos y hasta expresidentes, se hicieron eco del vulgar silencio impune de Francisco, quien a pesar de estar de visita en Suramérica, en cada una de sus alocuciones omitió por completo la crisis en Venezuela.
Mientras el régimen de Nicolás Maduro llevaba a cabo una masacre enmarcada en ejecuciones extrajudiciales al grupo disidente del capitán Óscar Pérez; y al mismo tiempo en que miles de venezolanos migrantes acudían con sus banderas a las principales vías de Chile y Perú, el papa no solo se mantuvo distante y callado ante un tema de tal importancia, sino que apresurado bajaba la cabeza.
José Miguel Vivanco, director de la ONG internacional Human Rights Watch, calificó con un tono irónico de “impresionante” el “compromiso con los DD.HH.” por parte del papa Francisco.
Lo mismo hizo el expresidente colombiano Andrés Pastrana, quien calificó de “intolerable” el silencio papal:
“El silencio de Bergoglio ante la perversidad del régimen (Maduro) es ya intolerable, es decir, frente a la represión, los crímenes, el hambre, la enfermedad y el destierro que sufren los venezolanos”; aseveró a través de su cuenta en Twitter.
A menos kilómetros de Venezuela que de El Congo, Francisco prefirió pedir el fin de la violencia en el país africano y no hacerlo en relación con las violaciones a los Derechos Humanos por parte de la dictadura en Venezuela. El papa una vez más, mostró su talante comunista y su afinidad con el régimen de Maduro al quedarse callado.
La Iglesia católica pide que exista el perdón, que haya rendición y clemencia; sin embargo, durante la Masacre del Junquito, Venezuela y el mundo fueron testigos “en vivo y directo” de cómo el régimen de Nicolás Maduro, a través de sus fuerzas de Seguridad, fueron autores de crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Óscar Pérez rendido y pidiendo clemencia, fue asesinado de un tiro en la cabeza junto a sus compañeros tras la órden presidencial de Maduro; acto que ignoró por completo el papa Francisco.
Pero peor aún, mientras el máximo representante de la Iglesia católica pisaba suelo chileno, el dictador venezolano ordenaba una investigación por “delitos de odio” a dos obispos venezolanos; quienes a diferencia de Francisco, valientemente alzaron la voz ante la crisis en el país suramericano. Maduro llamó a los obispos “diablos con sotana” y ordenó sancionarlos por “delitos de odio”.
Ante esto, el papa ha podido ‘abrir su boca y juzgar con justicia,’ pero prefirió el silencio.
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