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Artes plásticas para ver y sentir

Artes plásticas para ver y sentir

Artes plásticas para disfrutar en el museo de la rioja

El arte es una de las grandes apuestas de este año y, por eso, cada vez tiene una voz mayor en este festival que abre nuestro curso cultural. Además de las ya habituales salas, esta edición incorpora nuevos espacios como la Casa de la Imagen, el Museo de la Rioja y la sala Amós Salvador. “Queremos impulsar las artes plásticas y contar con una oferta de calidad para un festival diverso y abierto a la cultura”, explica Eduardo Rodríguez Osés. Este año son cinco las exposiciones de pintura y fotografía que se complementan con conferencias especializadas y talleres creativos.

A Juan José Rencoret la lectura de José y sus hermanos, de Thomas Mann, le llevó a realizar una escultura en piedra. “Sentí necesario utilizar el lenguaje en piedra, como el elemento primitivo más antiguo que el hombre, para aproximarme a la reinterpretación de esa historia bíblica”, señala. Esa pieza que representa la mirada de un hombre que rompe consigo mismo fue el germen de la serie de pinturas individuales Berlín que llegan al Museo de la Rioja, donde “por primera vez van a convivir entre ellas”. También desde la capital alemana aterriza Galáctica, una exposición fotográfica que sirve para zambullirse en el universo de LAFAKE y sus seres inventados. Los artistas José Luna e Irene Aparici, miembros del grupo, exponen en la Sala de la Imagen esos seres fantásticos y avatares sobrenaturales que inventan un nuevo yo. Esta muestra se postula como guiño y crítica, a la sociedad sobreinformada en la que habitamos mostrando las dualidades y contradicciones que vivimos. Las artes plásticas nos ayudan entender mejor su universo poblado de elementos surrealistas, pop y kitsch se realizará una mesa redonda y un taller en el que participará la propia Aparici junto a la fotógrafa Ouka Leele, el decano de galeristas en España, Julio Álvarez, y el director de la Casa de la Imagen, Jesús Rocandio.

Juan José Rencoret: Berlín

Sorprender y apelar directamente al espectador es uno de los deseos de esta cita y en ese sentido el artista venezolano Carlos Cruz-Diez instala en el Museo Würth, en la localidad de Agoncillo, sus cubos de colores que perturban la retina del espectador. El ojo, acostumbrado a recibir amplias gamas de colores, se sumerge en una experiencia monocroma que activa la noción del color como situación material y física. Chromosaturation. 1965/2017, que así se llama la instalación de este pionero del arte cinético latinoamericano, está compuesta por un cubo verde, uno rojo y otro azul bajo la idea de que el inicio de toda cultura hay un acontecimiento primario.

De vuelta en Logroño, Begoña López Benito desplegará sus obras en la sala Ibercaja. Diálogos Cocotológicos, término acuñado por Unamuno para referirse al arte de hacer pajaritas de papel, es un homenaje a la silueta de estas figuras. Para la muestra la artista reúne pajaritas realizadas en diferentes técnicas (acuarela, grabado) y materiales (encaje, tela, arpillera, papel de arroz).

La última propuesta, que ya está instalada, es una obra efímera de Sergio Prego en la que el visitante se sumerge, literalmete, a través de sus membranas hinchables. Ideada ex profeso para la sala Amós Salvador e instalada en el centro de la misma, plantea una nueva forma de entender la arquitectura. Fruto de la investigación de los límites de la disciplina y entendiendo que el aire que corre por la pieza es un elemento más, la obra de Prego repiensa la arquitectura y advierte de que esta también juega un papel vital. Lo dicho, arte para ver y sentir.